La hepatitis es una inflamación del hígado que, en muchos casos, puede pasar desapercibida. Algunas personas pueden vivir con la enfermedad durante años sin presentar síntomas, y cuando estos aparecen, el daño al hígado ya puede ser avanzado.
¿Qué la causa?
Existen distintos tipos de hepatitis virales (A, B, C, D y E), que se transmiten de diferentes formas: por alimentos o agua contaminada, por contacto con sangre infectada, o por relaciones sexuales sin protección.
¿Por qué deberías hacerte la prueba?
Porque la mayoría de los casos de hepatitis C, por ejemplo, no se detectan hasta que ya han causado daño hepático. Y porque la hepatitis B, si no se trata, puede provocar complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado.
La buena noticia:
Hoy existen pruebas rápidas, tratamientos efectivos y, en algunos casos, vacunas que pueden protegerte.
Cuidá tu salud hepática.
Consultá con tu médico si tenés factores de riesgo y hacete chequeos regulares. Prevenir es siempre la mejor medicina.